miércoles, 9 de noviembre de 2011

Jacotot / Ranciere: el maestro ignorante





JACOTOT O EL DESAFÍO DE UNA ESCUELA DE IGUALES, INÉS DUSSEL


EL MAESTRO IGNORANTE JAQUES RANCIERE

Un hecho fechado, 1818, arrastró a Jacotot a la opinión de la igualdad de las inteligencias. Esta opinión, tan sostenible como la contraria, funcionó a partir de allí como hipótesis a ser verificada. Hipótesis-festejo. Era un tiempo de fundación. "el alba de las pedagogías" se erigía como uno de los resultados de la "revolución", pero esta aurora llena de promesas se sostenía en la opinión de la desigualdad de las inteligencias, en la lamentable separación entre sabios e ignorantes. Hipótesis-lamento. Nada es verdad. Sólo se trata de ver qué vida hay bajo cada hipótesis. Jacotot comprueba que la experiencia de la emancipación se ha hecho desde siempre. La lengua materna es su índice.

"Jacotot asiste a esta nueva configuración de los saberes y los
poderes que desembocarán en la escuela pública obligatoria, en la
universidad estatal, en la pedagogía ilustrada. Y tiene bien en claro
las jerarquías que instauran, las exclusiones que las fundan, las
injusticias que causan."

"Pero hay más, porque la herejía de Jacotot sigue. No quiere educar a sus alumnos para que sean académicos que buscan la verdad; lo que vale es que sean sujetos libres, con una inteligencia emancipada, que no se sienta inferior a ninguna. No hay un saber mejor que otro: no importa que el maestro no sepa matemática o pintura, sólo es necesaria la voluntad de emancipar a los sujetos
para enseñarles a ser libres, que puede aprenderse por la matemática,
la pintura o la literatura, o cualquier otro saber. Jacotot denuncia: el
profesor, defensor del orden de saberes y poderes actual, es un
embrutecedor de inteligencias, porque sólo busca garantizar su
superioridad subordinando la inteligencia y capacidades de los otros.
El maestro ignorante, al contrario, al no tener el “saber sabio” del
profesor, al suponer a sus alumnos como iguales, puede enseñarle a
los otros a usar sus propios saberes, esto es, a desarrollar sus capacidades
de comparación, de contrastación, de argumentación. Puede
enseñarle al alumno, niño o adulto, rico o pobre, hombre o mujer,
que él o ella puede aprender si trabaja y se dedica, si pone su voluntad
en juego. Porque, para Jacotot, todos tenemos la misma capacidad de
inteligencia; es la voluntad la que la subordina, la que la distrae, la
que la sujeta."

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